La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibro hay que seguir pedaleando (Albert Einstein)
En el 2007 la vida de mi familia y la mía cambió radicalmente. Por motivos de trabajo de mi marido nos trasladamos a vivir a Nueva York desde nuestro país natal España. Eso marcó un antes y un después en nuestras vidas.
Para mí fue el comienzo de una nueva realidad, de mi despertar, de encontrar la luz. Una serie de casualidades (para mí las casualidades no existen) me fueron llevando hacia la energía o más bien la energía me atrajo hacia ella. Mi primer paso fue a través de las sesiones de reiki que empecé a recibir de una amiga. El reiki me hizo trabajar en mí misma, me ayudó a descubrir el por qué me sentía descontenta conmigo, con mi realidad, por qué tenía siempre la sensación de estar buscando algo, algo que nunca llegaba, a pesar de tenerlo todo y no poder pedirle más a la vida.
Lo Segundo que me hizo empezar a cambiar radicalmente y encontrar equilibrio, fue el Instituto Monroe en Virginia, donde aprendí a meditar. Con la meditación empecé a sentir la necesidad de pasar tiempo conmigo misma y escucharme, cosa que hasta ese momento había sido algo prácticamente imposible, pues necesitaba cubrir los vacíos que tenía, saliendo, entrando, amigos, todo menos estar sola. Me enseñó lo mas básico para empezar a ser feliz, conocerme y pasar tiempo en silencio. Empecé a equilibrarme y equilibrar mi entorno más cercano, todo empezaba a funcionar de otra manera.
Lo siguiente que vino fue tomar contacto con Dolores Cannon y QHHT, eso fue algo increíble para mí, me fascinó. Desde que tengo uso de razón siempre me ha llamado mucho la atención todo lo relacionado con la muerte, los espíritus y los extraterrestres. Cuando una amiga me mandó un artículo de Dolores Cannon y empecé a leer sus libros, videos, todo lo que caía en mis manos, las cosas empezaron a tomar otro sentido, ¡empecé a entender!, aclarar mis ideas sobre algo que en realidad, nunca había sabido, pero que estaba muy dentro de mí y que según iba leyendo y escuchando, resonaba tanto y tanto que me quitaba la respiración. No quería mas que leer y leer y leer y entonces se me presentó la oportunidad de hacer el nivel 1 de QHHT. Creo que fue a partir de ese momento, cuando de verdad puedo decir, que empecé, por primera vez en mi vida, a sentirme realizada, a sentir que podía hacer algo que realmente me gustaba y lo más importante, podía ayudar a la gente de una manera que jamás hubiera imaginado que tendría acceso a ello.
Todo empezó a funcionar muy rápido y mi cabeza hervía de emoción con cada sesión que tenía o persona a la que podía hablarle o contarle el mundo que se había abierto delante de mis ojos. Pero las cosas no habían hecho más que empezar, porque en cuanto pude, me fui a Arkansas a hacer el nivel 2 de QHHT. No podía creer encontrarme allí con tanta gente que se dedicaba a esto, y sobre todo, con Dolores Cannon, fue una experiencia muy bonita.
Muchas otras personas, cursos y experiencias fueron llegando… Aurelio Mejía, me enseñó muchas, cosas no sólo de hipnosis, también a nivel humano. Fue un verdadero privilegio trabajar con él y pasar tiempo juntos. Es un gran Maestro a todos los niveles.
El Instituto Newton y mi certificación para trabajar con la técnica hipnótica de Michael Newton “Vida entre Vidas”, otro gran peldaño en la escalera.
Y… aquí es dónde me encuentro ahora en Suiza, dispuesta a seguir disfrutando de la vida y lista para aprender y evolucionar en todo lo que pueda.
A quién esté leyendo esto, de verdad: “Búscalo, búscalo, tienes algo especial. Todos somos especiales y maravillosos. Sólo tienes que encontrarte, y descubrirás lo que puede llegar a cambiar tu vida, tu realidad”.
Nunca pensé aquel 28 de agosto de 2007 cuando llegué a Nueva York que iba a sentir como siento o como veo la vida ahora. Todos, absolutamente todos, tenemos el derecho de sentir así. No te conformes con simplemente vivir. Estruja la vida, tu vida, estamos aquí para eso, y sólo deseándolo de verdad y pidiendo ayuda, lo conseguirás.
Gracias por haber leído esto, espero poder ayudarte. Es lo que más deseo y para eso estoy aquí.
GENOVEVA CALLEJA